"El Edén de las Alturas", nuestra granja en los valles de Cotopaxi, es el resultado de un sueño que mi esposa y yo iniciamos hace quince años. Dejamos la vida urbana para dedicarnos a la floricultura, transformando un terreno modesto en una granja de flores próspera, famosa por sus rosas y orquídeas excepcionales.

Desde el inicio, nos comprometimos con la sostenibilidad, adoptando prácticas orgánicas para cultivar flores de alta calidad. A lo largo de los años, hemos construido una reputación por nuestras flores vibrantes, que se han ganado la preferencia tanto en el mercado local como internacional.

Nuestros hijos han crecido en la granja, aprendiendo sobre el trabajo duro y la vida en armonía con la naturaleza. Juntos, hemos superado desafíos y celebrado logros, fortaleciendo nuestra unidad familiar y conexión con la tierra.

"El Edén de las Alturas" es más que una granja; es un hogar vibrante, lleno de color y aroma. Cada flor que producimos cuenta nuestra historia de amor, unidad familiar y respeto por el medio ambiente, ofreciendo a nuestros clientes no solo un producto, sino una experiencia única y genuina.